La experiencia comienza a las 8:30 de la mañana en la pintoresca Plaza de San Javier, punto de encuentro donde el aire serrano anticipa la aventura.

Desde allí partimos hacia Rodeo de Piedra, iniciando un trayecto que pronto nos sumerge en la esencia de la montaña. El sendero, rodeado por helechos y majestuosos tabaquillos en altura, invita a caminar con calma, descubriendo cada detalle del paisaje. A lo largo del recorrido, pequeños arroyos cruzan el camino, formando pozones de agua que ofrecen su natural frescura y pureza. La travesía nos conduce hacia el corazón de la sierra, donde aparece la imponente caverna natural, un espacio enmarcado por cascadas que caen entre la vegetación, creando un entorno de ensueño. Este rincón único invita a detenerse, contemplar y dejarse envolver por la energía del lugar. 

El regreso, luego de este encuentro con la montaña, nos permite revivir cada instante recorrido, llevando con nosotros la sensación de haber explorado un territorio donde se entrelazan paisajes iinigualables.