El itinerario comienza con un recorrido pedestre guiado por el casco histórico de Villa Tulumba, declarado de interés patrimonial. Las fachadas coloniales, la iglesia centenaria y las callecitas de piedra componen una escena detenida en el tiempo. A lo largo del paseo, el guía comparte relatos y anécdotas que reviven el espíritu de esta antigua villa fundada en el siglo XVIII. La visita continúa en un atelier local, donde artistas y artesanos abren las puertas de su mundo creativo, ofreciendo una mirada íntima sobre las tradiciones y expresiones del norte cordobés. Finalmente, la propuesta invita a relajarse en el balneario, rodeado de sierras suaves, vegetación autóctona y aguas cristalinas, ideal para cerrar el día en armonía con la naturaleza. Además, hay tiempo libre para explorar más a gusto, conversar con los pobladores y disfrutar la hospitalidad de un pueblo que guarda con orgullo su historia y cultura. Villa Tulumba, más que un destino, es una experiencia que emociona.