El recorrido por el Antiguo Camino Real inicia en la imponente Estancia Caroya, primera estancia jesuítica del país, rodeada de viñedos y memoria colonial. 

El casco histórico de Jesús María nos recibe con su emblemático Museo Jesuítico y tradiciones bien vivas. Continuamos hacia la Posta de Sinsacate, antiguo parador de viajeros y punto clave en el movimiento independentista. A pocos kilómetros, el paraje de Barranca Yaco guarda el trágico recuerdo del asesinato del caudillo Facundo Quiroga, un sitio cargado de simbolismo y silencio. 

Luego llegamos a Sarmiento, una pequeña localidad que conserva su impronta rural y el encanto de lo simple. El camino nos conduce por senderos solitarios hasta Villa del Totoral, famosa por sus casas señoriales, sus calles arboladas y su vida cultural vibrante. Finalmente, arribamos a Villa Tulumba, una joya detenida en el tiempo, con calles empedradas, capillas coloniales y un aire místico que invita a la contemplación.