En el departamento Ischilín, esta localidad cuenta con dos poblados a 150 kilómetros de Córdoba Capital.

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Este refugio de magníficos artesanos que conservan costumbres añejas, fusiona los vestigios de los pueblos originarios y el legado histórico entre sus postas religiosas y sitios culturales, como el Santuario San Roque y la Casa de Piedra.

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Naturaleza y paseos

Si el plan es disfrutar al aire libre, es buena idea visitar el Tajamar, un espejo de agua donde practicar la pesca y disfrutar del arroyo Las Vertientes para emprender caminatas. También, es infaltable conocer la reserva natural Monte de las Barrancas o pasear por las Salinas Grandes, a unos 30 kilómetros por la RN 60.

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¿El plus? Ir con toda la familia al balneario municipal. Especial para verano, se disfruta de una pileta olímpica y otra ideada los más pequeños.

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Deleite al paladar

¿Dos clásicos para saborear platos típicos? La Fiesta Provincial de la Mandarina y el Festival del Cabrito y la Artesanía.

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Más datos

Cómo llegar: Desde Córdoba Capital, se debe tomar la RN 9 y luego seguir por la RN 60. En colectivo, una opción es llegar con la empresa Ersa.

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Dónde hospedarse: Se puede encontrar una hostería y algunas cabañas para alquilar.

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Gastronomía: Destaca con su Festival Provincial del Cabrito y la Artesanía, y la Fiesta Provincial de la Mandarina. Además, en la zona se pueden encontrar comedores serranos.